lunes, 24 de mayo de 2010

06 El juego se expande

Empieza la diversión.
Los elementos contextuales se conviertían en una tentación. Manejaba sobre periférico hacia Chapultepec, a la altura de Tacubaya me enfrento con un sutil manto de matices y tonos, ya diestro en el arte de conducir y fotografiar a la vez, me disponía a disparar cuando aparece una inmensa bola, disparé y la esfera ocupó el centro de la composición.




En un primer momento pensé en descartar la imagen, lamentaba la “boludez” de quien la situó ahí, interrumpiendo mi bóveda celeste. Nunca me había topado con semejantes “obstáculos” (edificios que impedían la toma, copas de árboles o luminarias segregadas en el encuadre), esta pelota se incluía, era una invitación al juego, habría que flexibilizarse y permitir al entorno participar, claro, siempre de ladito.








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